Historia del Beagle

El Beagle es una raza tan antigua, que su origen no se puede determinar con exactitud.

Se encuentran referencias de perros cuya descripción coincide mucho con esta raza, que se remontan a la Antigua Grecia, alrededor del año 450 a. C.. Se utilizaban para la caza de la liebre.

En el siglo XI, Guillermo el conquistador introdujo en Gran Bretaña un sabueso denominado talbot, que descendía del San Huberto, el cual se había desarrollado en el siglo VIII.

Posteriormente, los talbots ingleses se cruzaron con los galgos para darles más velocidad.

Los talbot se extinguieron, diendo origen al southern hound, el cual se cree que es el antepasado del Beagle moderno.

Ya en la época medieval se utilizó el nombre de Beagle para referirse a los sabuesos de pequeño tamaño, si bien diferían aún bastante de las características actuales de esta raza.

La primera mención del término Beagle encontrada es en un libro inglés del 1475.

Se cree que se le denominó así por las características de su especial ladrido.

En la época de Isabel I (1762 – 1830) existió una variedad enana de esta raza, que se denominó pocket beagles, midiendo de 20 a 25 cm. hasta la cruz, si bien esta línea genética está extinguida.

En 1830 el reverendo Phillip Honeywood inició un criadero de beagles. Se cree que este grupo constituyó la base de la raza moderna de Beagle.

Características del Beagle(Estándar)

El Beagle es un perro robusto y de constitución compacta que le da una impresión de distinción.

De 33 a 40 cm. de alto, el Beagle pesa entre 8 y 17 kg., si bien las hembras suelen ser algo más pequeñas que los machos.

Su cabeza es fuerte con el cráneo ligeramente abovedado, un poco más fina en las hembras.

Sus ojos son grandes de marrón oscuro o avellana, tiene unas orejas largas y redondeadas.

Sus patas delanteras son rectas y bien aplomadas, las posteriores musculosas.